DAVID BOWIE: Galería fotográfica del camaleónico Starman

David  Robert Jones, el Duque Blanco como él mismo se definió en 1976, nació el 8 de enero de 1947 en Brixton, Londres. Más conocido por su nombre artístico, David Bowie ha sido todo un referente musical, una estrella camaleónica que ha fallecido en Nueva York el 11 de enero de 2016, sólo tres días después de haber celebrado su 69 cumpleaños, víctima de un cáncer que no ha logrado vencer.

Desde Musicandrock queremos rendirle nuestro pequeño homenaje realizando este recorrido fotográfico por las distintas etapas que el artista protagonizó. Transgresión, originalidad y estilismo son tres características que lo acompañaron a lo largo de su vida. Descanse en paz; Starman ya es inmortal. 

David nace en 1947, fruto de la relación de su padre con Margaret Mary Burns, con quien se casa cuando el pequeño David tenía ya ocho meses.

Durante su adolescencia el joven Jones tocaba el saxofón con un grupo de jazz moderno, por lo que no prestaba demasiada atención a sus estudios. Abandona la escuela a los 16 años, con el Certificado General de Educación.

Sus primeras incursiones musicales abarcan desde el Rythm and Blues de The King Bees (con quienes publica su primer disco en junio de 1964) a la banda mod The Lower Third, a la que se une tras su breve paso por The Manish Boys.

Ya convertido en David Bowie, se publican en 1967  el desconcertante single “The Laughing Gnome” y su primer álbum de estudio, que pasó desapercibido para el gran público.

Su vinculación con el underground le lleva a abrir el Beckenham Arts Lab. Al mismo tiempo, representa sus espectáculos de mimo y publica su “Space Oddity” coincidiendo con la llegada de Neil Armstrong a la Luna a bordo del Apolo 11.

En este período, la ambigüedad de Bowie se acentúa, experimentando con los papeles masculino y femenino y diseñando ropa unisex mientras prepara su álbum de transición, “The Man Who Of The Circle”, que se edita primeramente en Estados Unidos. Se produce el flechazo entre David y la ciudad de Nueva York.

Es la época de Ziggi Stardust y Aladdin Sane. Comienza el estrellato de David Bowie, que cambia de estilo, se tiñe el pelo de rojo, sustituye sus cejas por dos finas líneas y coloca en sus ojos sombra del mismo color. Un vestuario llamativo, la concepción de sus conciertos como un espectáculo lleno de fantasía y la provocación harán el resto: sus fans comienzan a ser legión.

Poco tiempo después, David sustituirá su estética glam por los zapatos planos y el pelo liso peinado con raya que desconcertarán a sus numerosos admiradores: se ha convertido en “el delgado duque blanco”.

Llega la era New Wave. Las apariciones de Bowie en el cine se multiplican (El ansia, Feliz Navidad Mr. Lawrence) y su nuevo cambio de estilo le acerca a otros amplios sectores de público, lo que le granjea el éxito para temas tan conocidos como Let’s Dance o su versión de China Girl.

De nuevo Bowie y el cine: su personaje de rey de los gobblings en Dentro del laberinto remite estéticamente tanto a los tiempos de Ziggy Stardust como a la imagen preferida por los grupos de heavy metal del momento.

La gira de promoción de su álbum Don´t Let Me Down, con sus tres escenarios colocados bajo arañas de más de 18 metros y el cantante suspendido en alto, le generó duros ataques por parte de la crítica, aunque no sucedió lo mismo con la mayoría del público.

Durante un par de años, Bowie se incorpora a la banda de hard rock Tin Machine, una etapa de escaso éxito tras la cual el cantante retoma su carrera en solitario.

Los años 90 llevan a David Bowie por el camino de la música electrónica, con influencias del soul, el jazz e incluso el hip hop, y del rock alternativo (compartiendo escenario con los mismísimos Nine Inch Nails).

Poco antes de la publicación de su álbum Heathen comienzan sus problemas de salud; de esta manera, la década que abarca del 2000 al 2010 vendrá marcada por sus escasos trabajos de estudio (Heathen y Reality), sus colaboraciones con diversos artistas y la creación de bandas sonoras para el cine y los videojuegos.

Mientras lucha contra el cáncer detectado a mediados del 2014 David, trabaja en lo que será su último álbum, Blackstar,  en el que continúa con la influencia del jazz y la electrónica y que se publica el mismo día en el que el artista cumple 69 años. Dos días después David Bowie fallece en Nueva York rodeado de su familia.